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Este es David Moreno Guijarro.  Tiene casi  tres años y hace unos meses le detectaron un tumor cerebral del tipo rabdoide teratoide, para los que no entendemos del tema solo decir que es uno de los peores tipo de tumores,  con poco porcentaje de curación y además de grado IV lo que quiere decir que, en una escala de I a IV el  I es un tumor poco agresivo y el IV indica el máximo de malignidad.

 

La historia de David comienza cuando el 12 de Febrero sus padres deciden llevarle al médico de cabecera ya que le notaban bastante torpe al andar. La doctora preocupada porque pudiera ser algo más grave lo envía directamente a urgencias del Hospital de Guadalajara, donde tras unas horas de observación, unos análisis y finalmente un TAC, allí le diagnostican un tumor cerebral y lo derivan directamente al Hospital Infantil Niño Jesús de Madrid.

 

Unos días después le hacen una biopsia del tumor y reciben las malas noticias de que el tumor es maligno, es demasiado grande para operar (son 10 cms)  y quitarlo y peligroso debido a su localización de difícil acceso.

Se le someten a dos operaciones, ambas de entre 7 y 8 horas de duración y separadas en el tiempo apenas dos semanas. Lo que dificulta la completa recuperación del niño entre las operaciones. A pesar de todo, de pasar muchos días en la UCI, David se va recuperando, y aunque los médicos aseguran estar muy contentos con los resultados, apenas le quitan un par de centímetros, no está muy claro si es tan poco porque no han podido quitar más o porque el tumor ha vuelto a crecer tras la operación. Además le ponen unos drenajes para intentar aliviar la acumulación el líquido cerebral (hidrocefalia) y que es lo que le provoca somnolencia, dolor de cabeza, vómitos e incluso le llega a afectar el nervio óptico. La dificultad de movimientos, temblores y dificultad en el habla (esto se denomina ataxia) es provocada  porque el tumor toca parte del cerebelo. Estos drenajes hay que cambiarlos cada 14 días por el riesgo de infección que suponen, lo que hace que el niño ingrese en quirófano al menos otras dos veces. 

También es metido al quirófano porque algunos puntos de las operaciones se infectan y no curan, lo que complica de nuevo el problema y le ingresan de nuevo en UCI. En quirófano se le ponen 2 reservorios subcutáneos, uno en el pecho y otro en la cabeza, por donde se le meterá la quimio y todos los medicamentos necesarios.

 

Pero lo prioritarios después de casi un mes y medio en el hospital, es comenzar con el tratamiento de quimioterapia, que consistirá en 3 ciclos de 9 semanas de duración. Al terminar estos ciclos se le pondrá una quimio denominada de trasplante autólogo para posteriormente intentar volver a operarle. Tras todo esto está previsto darle unas sesiones de radioterapia para cerrar el tratamiento. Se trata de una quimioterapia muy agresiva, de unos 7 medicamentos diferentes. Además y ante la ineficacia de los drenajes se le pone una válvula en la cabeza que drenará el líquido de la cabeza directamente al estómago.

 

Este tratamiento es traído desde Viena ya que este tipo de tumor está poco estudiado porque hasta hace unos años era tratado como un tumor “normal” no tan agresivo como se ha descubierto ahora que es. En el hospital pocas enfermeras recuerdan un tratamiento de quimioterapia tan agresivo como el que se le está dando a David, con todos los efectos secundarios que esta produce: bajada de defensas, pérdida de apetito, caída del pelo, etc… aun así David está hecho un campeón y los médicos están sorprendidos de lo bien que aguanta el tratamiento.

 

Ahora mismo acaba de empezar el segundo ciclo de quimio y las noticias tras en primero son buenas pero con muchos peros, el tumor ha encogido, pero no lo suficiente ni lo deseado por los médicos pero no existe metástasis por lo que el tumor está controlado.

 

A todo esto se une las dificultades económicas por las que atraviesan sus padres, Isa no percibe ninguna ayuda y a David se le acabó el paro y el subsidio por lo que los ingresos actuales son 0. Ni Castilla La Mancha ni Madrid poseen ayudas autonómicas a padres con hijos ingresados en hospitales de otra Comunidad Autónoma, a excepción del reembolso de los gastos de comidas.

 

A David le es muy difícil encontrar un trabajo que pueda compaginar con el cuidado de David y de  Isa, que tiene epilepsia, lo que hace más complicado todo este proceso, por lo que tampoco pueden buscar nuevos tratamientos alternativos al que le están ofreciendo al carecer de medios económicos.

 

Por esto toda ayuda es de agradecer para David y para sus padres. 

 

El Club de Judo Jushirokan colabora  mensualmente con el Hospital Niño Jesús,  les lleva a sus mascotas y muñecos y le hacen la vida un poco más feliz, a él y a todos los niños ingresados.  Más información sobre este tema, en la web del club: www.jushirokan.es, en el apartado  jushirokan solidario hospital niño Jesús.

Sobre David...

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